28. Además, todo lo que habían consagrado el profeta Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba al cuidado de Selomit y sus hermanos.





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina