15. «Sabes bien que el trono del rey me tocaba a mí y que todos los israelitas me preferían para que fuera su rey, pero David me negó el trono y se lo concedió a mi hermano, porque Yavé se lo tenía destinado.





“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina