14. Naamán aceptó bajar al Jordán y se bañó siete veces, como le había dicho Eliseo. Su piel se puso suave como la de un niño y quedó purificado.





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina