8. y si alguno no se presentaba dentro de tres días conforme al acuerdo de los jefes y de los dirigentes locales, le serían confiscados todos sus bienes y él sería excluido de la asamblea de los que habían regresado del destierro.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina