8. Al quinto día madrugó para irse, pero el padre de la joven le dijo: «Ten un poco de paciencia y quédate hasta que llegue la tarde.»





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina