3. Resulta que, si se casan con alguno de otra tribu de Israel, su parte se restará de la herencia de nuestras familias y se añadirá a la herencia de la tribu a la que van a pertenecer. Esta herencia se quitará de lo que nos tocó en suerte y,





“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina