17. Por eso fueron heridos de ceguera como les había ocurrido a los habitantes de Sodoma frente a la puerta de Lot, el justo: se encontraron en la oscuridad y cada uno tuvo que buscar, a tientas, su propia puerta.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina