38. Derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, sacrificados a los ídolos de Canaán, y el país quedó manchado de sangre.





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina