Salmos, 107
8. Den gracias al Señor por su bondad, sus maravillas con los hijos de los hombres.
8. Den gracias al Señor por su bondad, sus maravillas con los hijos de los hombres.
El Salmo 107 es un himno de agradecimiento a Dios por su amabilidad y misericordia para rescatar a quienes piden ayuda en situaciones de angustia. El salmista describe cuatro situaciones en las que las personas piden ayuda: peligros en el desierto, la prisión, la enfermedad y la tormenta en el mar. En cada situación, la gente pide ayuda y Dios los rescata. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 107:
Isaías 61:1: "El espíritu del soberano, el Señor, está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para traer buenas noticias a los pobres. Me envió a cuidar a quienes tienen un corazón roto, anunciar la libertad para cautivos y liberación de la oscuridad a los prisioneros ". Este versículo habla sobre la misión de Cristo en la Tierra, que era liberar a los cautivos y cuidar a aquellos con un corazón roto, como aquellos que piden ayuda en las situaciones descritas en el Salmo 107.
Salmo 18:16-17: "Se extendió y me abrazó; me sacó de aguas profundas. Me entregó de mi poderoso enemigo, mis oponentes, que eran más fuertes que yo". Este versículo habla de que Dios rescata al salmista de cierta muerte, tal como rescata a quienes piden ayuda en situaciones de peligro, como la tormenta en el mar descrita en el Salmo 107.
Salmo 30:2-3: "Oh Señor, Dios mío, lloro por ti por ayuda, y me curas. Este versículo habla de Dios sanando a quienes piden ayuda en situaciones de enfermedad, como se describe en el Salmo 107.
Isaías 43:19: "Voy a hacer algo nuevo, en este momento brotará. ¿No lo notas? Este versículo habla de Dios haciendo una manera en la que no había, al igual que él guía y salva a quienes reclaman ayuda en situaciones de peligro en el desierto, como se describe en el Salmo 107.
Salmo 146:7-8: "Él le hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los prisioneros". Este versículo habla de que Dios libera a los arrestados, como se describe en la situación de encarcelamiento en el Salmo 107.
“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina