Sirácides (Eclesiástico), 41
5. Los hijos de los pecadores formarán una raza detestable, buena para llenar las casas de los malvados.
5. Los hijos de los pecadores formarán una raza detestable, buena para llenar las casas de los malvados.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina