6. Obra conmigo como quieras, quítame la vida y conviérteme en polvo, porque prefiero la muerte a la vida. Ordena que la vida me abandone; de esa manera líbrame haciendo que vuelva al polvo. En realidad, la muerte es mejor para mí que la vida, después de oír esos injustos reproches que me han dejado tan amargado. Ordena, Señor, que me libren de esta angustia y déjame llegar a la eternidad. Señor, no apartes de mí tu rostro.»





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina