Found 170 Results for: Cólera

  • Incluso cuando fieras feroces se apoderaron furiosamente de los tuyos y cuando éstos sucumbieron por la mordedura de serpientes venenosas, tu cólera no duró hasta el final. (Sabiduría 16, 5)

  • Es cierto que los justos también experimentaron la muerte: el flagelo alcanzó a muchos de ellos en el desierto; pero la cólera de Dios no duró tanto. (Sabiduría 18, 20)

  • Un hombre intachable tomó inmediatamente su defensa con las armas de su ministerio: la oración y el incienso de los sacrificios expiatorios. Así enfrentó a tu cólera, Señor, y puso fin a su prueba: vieron entonces que era tu servidor. (Sabiduría 18, 21)

  • Cuando se interpuso, los muertos ya se apilaban; puso fin a la Cólera y le cerró el camino hacia los vivos. (Sabiduría 18, 23)

  • Al verlo, el Exterminador retrocedió y tuvo miedo: había bastado con este anticipo de tu cólera. (Sabiduría 18, 25)

  • No digas: "¡La misericordia del Señor es grande, perdonará mis pecados por numerosos que sean!". Porque en él se encuentran misericordia y reprobación; su cólera se deja caer sobre los pecadores. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 6)

  • No tardes en volver al Señor, no postergas cada día más, no sea que llegue el día del ajuste de cuentas; se encenderá de repente la cólera del Señor y tú perecerás. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 7)

  • No te juntes con el grupo de los pecadores, acuérdate que la Cólera no tarda. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 16)

  • No guardes rencor a tu prójimo sea cual fuere la ofrenda; no hagas algo bajo el efecto de la cólera. (Sirácides (Eclesiástico) 10, 6)

  • No fue creado el orgullo para el hombre, ni los excesos de cólera para los que nacen de mujer. (Sirácides (Eclesiástico) 10, 18)

  • Un fuego cayó sobre una banda de pecadores, la cólera del Señor estalló contra una raza rebelde. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 6)

  • Aunque hubiera habido un solo obstinado, habría sido sorprendente que quedara sin castigo. Porque en la mano del Señor están la misericordia y la cólera: él es poderoso tanto para perdonar como para castigar. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 11)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina