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Tener miedo es simplemente renunciar a la ayuda de la razón; mientras menos se cuenta con esa ayuda interior, más aumenta la causa desconocida de sus sufrimientos. (Sabiduría 17, 11)
No tuvo compasión de esa nación condenada a la destrucción: fueron aniquilados a causa de sus pecados. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 9)
Hay dos cosas por las que me aflijo y una tercera que me causa ira: un guerrero reducido a la miseria, personas criteriosas que son despreciadas, el que pasa de una vida correcta al pecado; el Señor lo destina a morir por la espada. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 28)
Una hija es para su padre una causa secreta de inquietud; el cuidado que le ocasiona le quita el sueño; si es joven, por el temor a que demore en casarse; si está casada, a que su marido le tome tirria. 10. Mientras es virgen, podría dejarse seducir y quedar embarazada en la casa de su padre. Si tiene marido, tal vez podría serle infiel o bien no darle hijos. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 9)
Déjense de traerme ofrendas inútiles; ¡el incienso me causa horror! Lunas nuevas, sábados, reuniones, ¡ya no soporto más sacrificios ni fiestas! (Isaías 1, 13)
Tus jefes son unos rebeldes, complices de ladrones. Todos esperan recompensa y van detrás de los regalos. No hacen justicia al huérfano ni atienden la causa de la viuda. (Isaías 1, 23)
Sí, Jerusalén se viene abajo, y se hunde Judá, a causa de sus palabras y hechos, pues a la vista de Yavé han desafiado su gloria. (Isaías 3, 8)
Yavé y los defensores de su causa llegan de lejanas tierras, más allá del horizonte, para arrasar toda la tierra. (Isaías 13, 5)
Ando perdido,cosas horribles me llenan de terror; el atardecer, que tanto esperaba, ahora me causa pánico. (Isaías 21, 4)
No voy a reclamar sin fin ni seguiré más enojado; pues a causa de mí se desmayarían el espíritu y las almas que yo he creado. (Isaías 57, 16)
Pero si las islas ahora creen en mí! mira cómo los barcos de Tarsis acuden, trayendo de lejos a tus hijos, con su plata y su oro, a causa del Nombre de Yavé, tu Dios, del Santo de Israel que te ha glorificado. (Isaías 60, 9)
¡Oigan lo que les dice Yavé a ustedes que se estremecen por su palabra! Sus hermanos, que los odian y que no se juntan con ustedes por causa de mi Nombre, dicen: «Que Yavé demuestre su poder, para que podamos ver la alegría de ustedes.» Pero son ellos los que serán humillados. (Isaías 66, 5)