Found 17 Results for: Despierta

  • Despierta, Débora, ¡despierta! Despierta, despierta y entona un canto. ¡Levántate, Barac, y trae tus cánticos, hijo de Abinoam! (Jueces 5, 12)

  • La más despierta de sus mujeres le contesta y le da esta respuesta: (Jueces 5, 29)

  • Guejazí había ido adelante y había puesto sobre la cara del niño el bastón, pero el niño no dio señales de vida, de modo que volvió donde ellos y dijo: «El niño no se despierta.» (2 Reyes 4, 31)

  • hasta llegar a la tienda de Holofernes. Allí dijeron a su encargado general: «Despierta a nuestro jefe, que los esclavos quieren bajar a luchar con nosotros.» (Judit 14, 13)

  • resplandece delante de Efraín, Benjamín y Manasés. ¡Despierta tu valentía, ven y sálvanos! (Salmos 80, 3)

  • Se ve reducido a la situación más extrema y entonces se despierta: y se asombra al ver que tuvo miedo por nada. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 7)

  • Bajo la tierra, el reino de los muertos se agita por ti, para darte la bienvenida; despierta a las sombras de todos los grandes de la tierra y se levantan de sus tronos los reyes de los pueblos. (Isaías 14, 9)

  • Mi alma te desea por la noche y mi espíritu se despierta en mí desde la mañana. Cuando a la tierra le llegan tus juicios, los habitantes del mundo aprenden a ser justos. (Isaías 26, 9)

  • Les sucederá como al hambriento que come en sueños y que se despierta con el estómago vacío; o como al sediento que sueña que bebe, pero se despierta con la garganta seca. Así les pasará a todas las naciones, a los que hayan venido para atacar a Sión. (Isaías 29, 8)

  • El Señor Yavé me ha concedido el poder hablar como su discípulo. Y ha puesto en mi boca las palabras para fortalecer al que está aburrido. A la mañana él despierta mi mente y lo escucho como lo hacen los discípulos. (Isaías 50, 4)

  • ¡Despierta, despierta, levántate, Jerusalén! Tú que te serviste de la misma mano de Yavé la copa que contenía su enojo y que hace perder los sentidos, te la tomaste hasta dejarla vacía. (Isaías 51, 17)

  • ¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta, Jerusalén, Ciudad Santa. Ya no volverá a entrar en ti ni el incircunciso ni el impuro. (Isaías 52, 1)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina