Found 53 Results for: Gusto

  • No dejes que tu espíritu ceda a la cólera: la cólera se siente a gusto en el tonto. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 9)

  • Aún cargado de años, que el hombre sepa tomarles el gusto a todos ellos; pero que tome en cuenta los días del anochecer, pues por muchos que sean, nada es seguro para el porvenir. (Eclesiastés (Qohelet) 11, 8)

  • La Sabiduría es luz y no se opaca; se muestra con gusto a los que la aman, se deja encontrar por los que la aman. (Sabiduría 6, 12)

  • A tu pueblo, sin embargo, le distribuías el alimento de los ángeles; le enviabas desde el cielo incansablemente un pan ya listo, que tenía en sí todos los sabores y se adaptaba al gusto de cada cual. (Sabiduría 16, 20)

  • Escucha con gusto todo lo que se refiere a las cosas de Dios; no dejes pasar las sentencias de los sabios. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 35)

  • No abandones a un viejo amigo: el nuevo no se le equiparará. Nuevo amigo, vino nuevo; déjalos que envejezcan y los tomarás con gusto. (Sirácides (Eclesiástico) 9, 10)

  • Disfruta de la vida y no desdeñes un gusto legítimo si se te presenta en el camino. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 14)

  • Reconoces por el gusto de qué animal cazado se trata, del mismo modo el que tiene experiencia detecta las palabras mentirosas. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 19)

  • El Señor lo vio y eso no le gustó; fueron exterminados por el ardor de su cólera. Los castigó de manera extraordinaria: llamas ardientes los devoraron. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 19)

  • He aquí a mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido, al que escogí con gusto. He puesto mi Espíritu sobre él, y hará que la justicia llegue a las naciones. (Isaías 42, 1)

  • La verdad ya no existe, y el que se aparta del mal es despojado. EL SEÑOR INTERVIENE Lo vio Yavé y no le gustó que no hubiera justicia. (Isaías 59, 15)

  • Pero el cántaro que estaba haciendo le salió mal, mientras amoldaba la greda. Lo volvió entonces a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto. (Jeremías 18, 4)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina