Found 36 Results for: Nínive

  • Jonás entró en la ciudad e hizo un día de camino pregonando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.» (Jonás 3, 4)

  • La noticia llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó sobre cenizas. (Jonás 3, 6)

  • Luego hizo publicar esta orden en Nínive: «Hombres y bestias no comerán ni beberán nada. (Jonás 3, 7)

  • Pero Jonás salió de Nínive y se hizo una cabaña al este de la ciudad, para ver lo que sucedería a la ciudad. (Jonás 4, 5)

  • ¿Cómo, pues, yo no voy a tener lástima de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir el bien y el mal, y gran cantidad de animales?» (Jonás 4, 11)

  • Palabras contra Nínive. Este es el libro de la visión que tuvo Nahúm de Elcós. (Nahún 1, 1)

  • Nínive parece un estanque de aguas; pero de aguas que se van, todos huyen. Nadie vuelve cuando se le grita: «Detente». (Nahún 2, 9)

  • y todo el que te vea, huirá de ti. Dirán: «Asolada está Nínive, ¿quién tendrá piedad de ella? ¿Dónde buscar quien la consuele?» (Nahún 3, 7)

  • Levantará su mano contra el norte y a Asur lo reducirá a escombros; dejará a Nínive totalmente despoblada, seca como un desierto. (Sofonías 2, 13)

  • Los hombres de Nínive resucitarán en el día del juicio junto con esta generación y la condenarán, porque ellos cambiaron su conducta ante la predicación de Jonás, y aquí ustedes tienen mucho más que Jonás. (Evangelio según San Mateo 12, 41)

  • Porque así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, de igual manera el Hijo del Hombre será una señal para esta generación. (Evangelio según San Lucas 11, 30)

  • Los habitantes de Nínive resucitarán en el día del Juicio junto con la gente de hoy, y los acusarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí ustedes tienen mucho más que Jonás. (Evangelio según San Lucas 11, 32)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina