Found 447 Results for: Naciones

  • Desde ahora serás pequeño entre las naciones, el menos considerado de todos. (Abdías 1, 2)

  • Ya viene, para todas las naciones, el día de Yavé: como tú has hecho, así se te hará; sobre tu cabeza recaerá tu merecido. (Abdías 1, 15)

  • Así como ustedes bebieron sobre mi monte santo, así van a beber, naciones que me rodean; beberán hasta que pierdan los sentidos, y serán luego como si no hubieran sido. (Abdías 1, 16)

  • En el futuro, el cerro de la Casa de Yavé será puesto sobre los altos montes y dominará los lugares más elevados. Irán a verlo todas las naciones (Miqueas 4, 1)

  • El Señor gobernará las naciones y enderezará a la humanidad. Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas. Una nación no levantará la espada contra otra y no se adiestrarán para la guerra. (Miqueas 4, 3)

  • Naciones numerosas se reúnen ahora para atacarte, diciendo: «Sometámoslo al saqueos y gocemos mirando su derrota.» (Miqueas 4, 11)

  • Luego me haré justicia, con indignación y furor, de las naciones que no me obedecieron. (Miqueas 5, 14)

  • Al verlo las naciones se sentirán derrotadas a pesar de todo su poderío; se taparán la boca con la mano y quedarán atontadas. (Miqueas 7, 16)

  • Así paga sus muchas prostituciones la prostituta de encantadores atractivos, maestra en sortilegios, que engañaba a los pueblos con sus prostituciones y a las naciones con sus sortilegios. (Nahún 3, 4)

  • Aquí estoy contra ti, palabra de Yavé Sebaot, voy a alzar tus faldas hasta tu cara; mostraré a las naciones tu desnudez, y verán los reinos tus vergüenzas. (Nahún 3, 5)

  • ¿Seguirá, pues, tirando constantemente la espada, masacrando sin piedad a las naciones? (Habacuc 1, 17)

  • ¡Ciertamente es traidora la riqueza! El hombre es un tonto, y no gana nada el que ensancha su codicia y se pone insaciable igual que la muerte, que se apodera de todas las naciones y acapara para él todos los pueblos. (Habacuc 2, 5)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina