Found 974 Results for: Palacio de David

  • Bien saben que David, después de haber servido durante su vida a los designios de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción. (Hecho de los Apóstoles 13, 36)

  • Después de esto volveré y construiré de nuevo la choza caída de David. Reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar, (Hecho de los Apóstoles 15, 16)

  • le dijo: «Te oiré cuando estén presentes tus acusadores.» Y mandó que lo custodiaran en el palacio de Herodes. (Hecho de los Apóstoles 23, 35)

  • se refiere a su Hijoque nació de la descendencia de David según la carne, (Carta a los Romanos 1, 3)

  • Así David felicita al que Dios cuenta entre los justos sin que sea el fruto de sus obras: (Carta a los Romanos 4, 6)

  • Y David dice: Que sus banquetes sean trampa y un lazo, una piedra donde caigan ellos mismos y encuentren ahí su castigo. (Carta a los Romanos 11, 9)

  • Entre la gente del palacio, y también fuera, mis cadenas han hecho circular el nombre de Cristo. (Carta a los Filipenses 1, 13)

  • Los saludan todos los hermanos de aquí, especialmente los del palacio del César. (Carta a los Filipenses 4, 22)

  • Acuérdate de Cristo Jesús, descendiente de David y resucitado de entre los muertos, según mi evangelio. (2º Carta a Timoteo 2, 8)

  • Por esta razón, mucho más tarde, Dios fija nuevamente un día que llama hoy, diciendo por boca de David lo que se recordó más arriba: Ojalá hoy escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón. (Carta a los Hebreos 4, 7)

  • ¿Qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y de los profetas. (Carta a los Hebreos 11, 32)

  • Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Así habla el Santo, el Verdadero, el que guarda la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar, y si cierra, nadie puede abrir. (Apocalipsis 3, 7)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina