Found 15 Results for: Parra

  • El que preparaba la bebida del rey contó primero su sueño a José así: "En mi sueño había frente a mí una parra, (Génesis 40, 9)

  • y en la parra tres sarmientos. Apenas brotó, apareció la flor y maduraron los granos en los racimos. (Génesis 40, 10)

  • José es el retoño de una vid frondosa, de una parra frondosa junto a la fuente: los sarmientos trepan sobre la muralla. (Génesis 49, 22)

  • Judá e Israel vivieron seguros y en paz, cada uno bajo su parra y su higuera, desde Dan hasta Bersebá, todo el tiempo que reinó Salomón. (1 Reyes 4, 25)

  • Cada cual se sentaba a la sombra de su parra y de su higuera y nadie lo inquietaba. (1 Macabeos 14, 12)

  • Yo te había plantado como una parra fina. ¿Cómo has pasado a ser para mí viña degenerada? (Jeremías 2, 21)

  • Yo me llevaré a todos, dice Yavé: no quedarán racimos en la parra, ni higos en la higuera, y aún las hojas estarán secas. (Jeremías 8, 13)

  • "Hijo de hombre, ¿acaso la madera de parra vale más que las otras maderas o que las ramas de los árboles del bosque? (Ezequiel 15, 2)

  • ¿Se usa la madera de parra para fabricar algún objeto? ¿Se hace con ella una clavija para encajarla en cualquier cosa? Peor aún si fue echada al fuego: éste devoró sus dos puntas, y el medio está quemado, ¿se puede trabajar todavía? Si cuando estaba entera, no se podía hacer nada con ella, ¿cuánto menos ahora que ha sido devorada y quemada por el fuego? (Ezequiel 15, 3)

  • Por eso, así habla Yavé: Los habitantes de Jerusalén son como la madera de parra que se echa al fuego junto con los árboles silvestres. (Ezequiel 15, 6)

  • La planta creció, llegó a ser una parra, baja de estatura pero fértil, que extendía sus ramas hacia el águila mientras sus raíces se hundían. La parra brotó y se convirtió en una vid grande, dio guías y sarmientos. (Ezequiel 17, 6)

  • Pero llegó otra águila, grande, de anchas alas, de tupido plumaje, y la parra dirigió sus raíces y sus ramas hacia ella, esperando encontrar más agua que la que tenía en su tierra. (Ezequiel 17, 7)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina