Found 52 Results for: Simeón

  • En las ciudades de Manasés, de Efraím y de Simeón, y hasta en Neftalí y en los territorios asolados que las rodeaban, (2 Crónicas 34, 6)

  • de los de Jarim: Eliezer, Jissirías, Malquías, Semaías, Simeón, (Esdras 10, 31)

  • que en aquel tiempo eran Ozías, hijo de Miqueas, de la tribu de Simeón; Jabri, hijo de Gotoniel, y Jarmí, hijo de Melquiel. (Judit 6, 15)

  • En Betulia vivía Judit, hija de Merarí, hijo de Idox, hijo de José, hijo de Oziel, hijo de Elcías, hijo de Ananías, hijo de Gedeón, hijo de Rafaín, hijo de Ajitob, hijo de Elías, hijo de Jilquías, hijo de Eliab, hijo de Natanías, hijo de Salatiel, hijo de Simeón. (Judit 8, 1)

  • «Señor, Dios de mi padre Simeón, a él le diste una espada para castigar a aquellos extranjeros que violaron a una virgen ultrajándola, que desnudaron su cuerpo para su propia vergüenza y que profanaron su seno para su propia deshonra. Ellos hicieron eso, aunque tú dijiste: (Judit 9, 2)

  • Justo al lado de Benjamín tendrá su parte Simeón, desde la frontera este hasta la frontera oeste. (Ezequiel 48, 24)

  • Justo al lado de Simeón tendrá su parte Isacar, desde la frontera este hasta la frontera oeste. (Ezequiel 48, 25)

  • El lado sur medirá cuatro mil quinientos codos, y tendrá tres puertas: las puertas de Simeón, Isacar y Zabulón. (Ezequiel 48, 33)

  • Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. (Evangelio según San Lucas 2, 25)

  • Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: (Evangelio según San Lucas 2, 28)

  • Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este niño traerá a la gente de Israel ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, (Evangelio según San Lucas 2, 34)

  • hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, (Evangelio según San Lucas 3, 30)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina