Found 125 Results for: Subió

  • El rey se emocionó mucho, subió a la habitación que había sobre la puerta y se puso a llorar, diciendo entre sollozos: «Absalón, ¡hijo mío! ¡Hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! Ojalá yo hubiera muerto en lugar tuyo, ¡hijo mío!» (2 Samuel 19, 1)

  • Desde allí subió los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán y los juntó con los huesos de los que habían sido colgados. (2 Samuel 21, 13)

  • Salomón subió al trono de su padre David y afianzó su poder. (1 Reyes 2, 12)

  • Subió Banaías, hijo de Yoyada y mató a Joab. Lo sepultaron en su casa, en el desierto. (1 Reyes 2, 34)

  • Cuando la hija de Faraón subió de la ciudad de David al palacio que había hecho para ella, entonces edificó el terraplén. (1 Reyes 9, 24)

  • Cuando David venció a Edom, y Joab, jefe del ejército, subió a sepultar los muertos, mató a todos los varones de Edom, (1 Reyes 11, 15)

  • También decretó una fiesta que se celebraba el quince del octavo mes, semejante a la que se celebraba en Judá, y en esta ocasión él mismo subió al altar. Esto ocurrió en Betel, donde ofreció sacrificios a los terneros, y estableció sacerdotes para los santuarios de las lomas que había levantado. (1 Reyes 12, 32)

  • El año quinto del reinado de Roboam, subió Sisac, rey de Egipto, contra Jerusalén (1 Reyes 14, 25)

  • Basá, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Rama para cortar las comunicaciones a Asá, rey de Judá. (1 Reyes 15, 17)

  • Subió Ajab a comer y beber, mientras que Elías subía a la cumbre del monte Carmelo, donde se postró con el rostro entre las rodillas. (1 Reyes 18, 42)

  • Empezó a soplar el viento y las nubes oscurecieron el cielo, hasta que cayó una gran lluvia. Ajab entonces subió a su carro y se fue a Jezrael. (1 Reyes 18, 45)

  • Ben-Hadad, rey de Aram, reunió a sus treinta y dos príncipes con todo su ejército, su caballería y sus carros y subió con ellos para sitiar a Samaria y apoderarse de ella. (1 Reyes 20, 1)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina