Found 36 Results for: Todopoderoso

  • por el Dios de tu padre, el que te ayuda, por el Dios Todopoderoso que te bendice: ¡bendiciones de los altos cielos! ¡bendiciones del abismo que yace abajo! ¡bendiciones de los pechos y los senos! ¡bendiciónes de tu campo y de tu establo! (Génesis 49, 25)

  • les dijo: «No me llamen por mi nombre, sino díganme Amarga, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura. Partí con todo, y el Señor me hace volver con las manos vacías. ¿Para qué, pues, me llaman Noemí, cuando Yavé me ha condenado a ser una desgraciada?» (Rut 1, 21)

  • Haz que toda nación y toda tribu reconozca que eres Dios, todopoderoso y fuerte, y que fuera de ti no hay otro protector para el pueblo de Israel.» (Judit 9, 14)

  • ¡Qué obra más grande ha sido la de tus manos, y qué beneficiosa resultó para Israel! Dios ha mirado con buenos ojos todo lo que hiciste. ¡Que el Señor Todopoderoso te bendiga a través de las edades!» Y todos respondieron: ¡Amén! (Judit 15, 10)

  • El Señor todopoderoso los rechazó por mano de una mujer. (Judit 16, 5)

  • «Señor, Señor, Rey todopoderoso, todo está sometido a tu poder y no hay nadie que pueda oponerse a ti si tú quieres salvar a Israel. (Ester 13, 9)

  • Pero yo quisiera hablarle al Todopoderoso y echárselo en cara a Dios. (Job 13, 3)

  • Que vea su ruina con sus propios ojos,que beba la cólera del Todopoderoso. (Job 21, 20)

  • ¿Por qué el Todopoderoso no se entera de lo que sucede y sus fieles no comprueban su justicia? (Job 24, 1)

  • cuando el Todopoderoso estaba aún conmigo y me rodeaban mis hijos, (Job 29, 5)

  • tú, solo generoso, solo justo, todopoderoso y eterno, que salvas a Israel de todo mal, que elegiste a nuestros padres y los santificaste, (2 Macabeos 1, 25)

  • Mientras ellos suplicaban al Señor Todopoderoso para que guardara intactos y seguros los depósitos del Templo para aquellos que los habían entregado, (2 Macabeos 3, 22)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina