Found 188 Results for: ayuda al prójimo

  • Ya sé, tú cuentas con la ayuda de esa caña rota que es Egipto, que rompe y traspasa la mano del que se apoya en ella. Así se porta Faraón con todos los que confían en él. (2 Reyes 18, 21)

  • Dijo Joab: «Si los arameos me dominan, ven en mi ayuda; y si los hijos de Ammón te dominan a ti, iré a socorrerte. (1 Crónicas 19, 12)

  • Cuando un hombre peque contra su prójimo, y éste pronuncie una imprecación sobre él, haciéndolo jurar delante de tu altar en esta casa, (2 Crónicas 6, 22)

  • A todo el que pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él! Que suban a Jerusalén con la ayuda de su Dios y edifiquen allí la Casa de Yavé, Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. (Esdras 1, 3)

  • Y todos los vecinos les dieron toda clase de ayuda: oro, plata, ganado y objetos preciosos en gran cantidad, además de toda clase de ofrendas voluntarias. (Esdras 1, 6)

  • El rey me dijo: «¿Qué deseas entonces?» Pedí ayuda al cielo (Nehemías 2, 4)

  • Tú creaste a Adán y le diste a Eva, su mujer, como ayuda y compañera, para que de los dos naciera la raza humana. Tú dijiste: No está bien que el hombre esté solo, démosle una compañera semejante a él. (Tobías 8, 6)

  • Tobit, contento y alabando a Dios, salió al encuentro de su nuera a la puerta de Nínive. Todos los que lo veían caminar sin ayuda de nadie quedaban maravillados. Tobit proclamaba delante de ellos que Dios había tenido piedad de él y lo había sanado. (Tobías 11, 16)

  • Después de la reunión, Ozías lo invitó a su casa y ofreció un banquete a los dirigentes. Durante toda la noche pidieron la ayuda del Dios de Israel. (Judit 6, 21)

  • Castigaste a los esclavos junto a los príncipes; y a los príncipes con los siervos. Entregaste sus mujeres al rapto, sus hijas a la esclavitud y sus posesiones para que fueran repartidas entre tus hijos queridos, que habían hecho suyos tus deseos, que tuvieron horror a la profanación hecha a su sangre y pidieron tu ayuda. (Judit 9, 4)

  • «¡Oh Señor, nuestro rey, tú eres el Unico! Ven, pues, en mi socorro, que estoy sola y no tengo otra ayuda sino a ti, ahora que mi vida está en peligro. (Ester 14, 4)

  • Ya no encuentro en mí fuerza que me salve y toda ayuda se ha ido lejos de mí. (Job 6, 13)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina