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  • tendrás corderos para vestirte, cabritos para pagar tu campo, (Proverbios 27, 26)

  • Cultiva tu campo, tendrás tu ración de pan; persigue ilusiones, te hartarás de privaciones. (Proverbios 28, 19)

  • ¿Tiene idea de un campo? Ya lo compró: una viña que pagó con su trabajo. (Proverbios 31, 16)

  • Hijas de Jerusalén, yo les ruego por las gacelas y las cabras del campo que no despierten ni molesten al Amor hasta cuando ella quiera. Ella: (Cantar 2, 7)

  • Hijas de Jerusalén, yo les ruego, por las gacelas y las cabras del campo, que no despierten y no se despierte el Amor hasta cuando ella quiera. Coro: (Cantar 3, 5)

  • Amado mío, ven, salgamos al campo, pasaremos la noche en los pueblos, (Cantar 7, 12)

  • No menosprecies las actividades penosas, ni el trabajo del campo instituido por el Altísimo. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 15)

  • Teme al Señor y honra al sacerdote; dale su parte como se te ha mandado: las primeras cosechas de tu campo, el sacrificio por el pecado, el lomo de las víctimas, las ofrendas santas y las primicias de las cosas sagradas. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 31)

  • Tú rodeas tu campo con una cerca de espinas, y pones bajo llave tu plata y tu oro; (Sirácides (Eclesiástico) 28, 24)

  • Al mediodía reseca el campo; ¿quién puede soportar su ardor? Aunque sea insoportable el calor de la fragua, el ardor del sol es tres veces más cuando quema las montañas, proyectando vapores ardientes, rayos que ciegan los ojos. (Sirácides (Eclesiástico) 43, 3)

  • ¡Pobres de ustedes que compran todas las casas y van juntando campo a campo! ¿Así que no quedará más lugar y sólo quedarán ustedes en este país? (Isaías 5, 8)

  • Entonces Yavé dijo a Isaías: «Sal con tu hijo Un-resto-volverá, y ve al encuentro de Ajaz: está en el camino del campo del batanero, donde termina el canal de la piscina superior. Le dirás: (Isaías 7, 3)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina