Found 267 Results for: campo

  • En cuanto a lo que ha visto el rey, un ángel, un santo que bajaba del cielo y decía: «Corten el árbol, destruyéndolo, pero el tronco y las raíces déjenlos en tierra, con ataduras de hierro y bronce, entre la hierba del campo, que lo moje el rocío del cielo y participe de la suerte de los animales del campo hasta que hayan pasado por él siete tiempos, mira que voy a explicártelo (Daniel 4, 20)

  • Serás echado de entre los hombres y vivirás con las bestias del campo; comerás hierba como los bueyes, y te bañará el rocío del cielo; siete tiempos pasarán por ti, hasta que reconozcas que el Altísimo está más arriba que cualquier autoridad humana; él da el poder al que le agrada (Daniel 4, 22)

  • Serás echado de entre los hombres, vivirás con los animales del campo; comerás hierba como los bueyes y siete tiempos pasarán por ti, hasta que reconozcas que el Altísimo dispone del poder entre los hombres y que se lo da a quien le agrada. (Daniel 4, 29)

  • Fue expulsado de la sociedad, pues se comportaba como un bruto, y estuvo entre las fieras del campo. Comía hierba como los bueyes, vivía a la intemperie como los rebaños hasta que reconoció que el Dios Altísimo tiene en su mano los tronos de los hombres y coloca en ellos a quien quiere (Daniel 5, 21)

  • Vivía en ese tiempo en Judea el profeta Habacuq; éste acababa de preparar un guiso y de picar pan en un plato, y se dirigía al campo para llevárselo a los segadores. (Daniel 14, 33)

  • Si Israel se muestra rebelde como una vaquilla salvaje, ¿cómo podrá Yavé llevarlo a pastar como un cordero a pleno campo? (Oseas 4, 16)

  • Si Galaad no es más que pecado, ellos no son más que mentira; en Guilgal ofrecen sus sacrificios a los terneros; por eso sus altares no serán más que piedras esparcidas en el campo. (Oseas 12, 12)

  • El campo ha sido desolado, de duelo está la tierra porque la cosecha del trigo está perdida; nos falta el vino y el aceite se nos ha terminado. (Joel 1, 10)

  • La viña se ha secado y la higuera languidece; el granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo están secos, y se nos fue la alegría como avergonzada. (Joel 1, 12)

  • Proclamen un ayuno y una asamblea santa, congreguen a los ancianos y a toda la gente del campo en la Casa de Yavé, su Dios, y clamen a él: (Joel 1, 14)

  • Oh Yavé, a ti clamo, porque el fuego ha consumido los árboles del campo. (Joel 1, 19)

  • Hasta las bestias del campo se vuelven a ti ávidas porque se han secado los arroyos y el fuego ha devorado los prados del llano. (Joel 1, 20)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina