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  • Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su mujer, a no ser por motivo de infidelidad, es como mandarla a cometer adulterio: el hombre que se case con la mujer divorciada, cometerá adulterio. (Evangelio según San Mateo 5, 32)

  • Pero yo les digo: ¡No juren! No juren por el cielo, porque es el trono de Dios; (Evangelio según San Mateo 5, 34)

  • Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. (Evangelio según San Mateo 5, 39)

  • Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, (Evangelio según San Mateo 5, 44)

  • Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. (Evangelio según San Mateo 6, 2)

  • Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. (Evangelio según San Mateo 6, 5)

  • Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculo y aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. (Evangelio según San Mateo 6, 16)

  • Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? (Evangelio según San Mateo 6, 25)

  • Pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lujo, se pudo vestir como una de ellas. (Evangelio según San Mateo 6, 29)

  • Pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa, él la hace.» (Evangelio según San Mateo 8, 9)

  • Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, (Evangelio según San Mateo 8, 11)

  • Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. En verdad les digo: no terminarán de recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre. (Evangelio según San Mateo 10, 23)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina