Found 118 Results for: escritura en la pared

  • Se comprobará que Dios es fidelidad, mientras que el hombre siempre defrauda, como dice la Escritura: Será probado que tus palabras son verdaderas y saldrás vencedor si te quieren juzgar. (Carta a los Romanos 3, 4)

  • como dice la Escritura: (Carta a los Romanos 3, 10)

  • Pero sabemos que todo lo que dice la Escritura está dicho para el mismo pueblo que recibió la Ley. Que todos, pues, se callen y el mundo entero se reconozca culpable ante Dios. (Carta a los Romanos 3, 19)

  • En efecto, ¿qué dice la Escritura? Abrahán creyó a Dios, quien se lo tomó en cuenta para hacerlo justo. (Carta a los Romanos 4, 3)

  • Abrahán es el padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te hago padre de muchas naciones. Y llegó a serlo cuando creyó en Aquel que da vida a los muertos y llama a lo que aún no existe como si ya existiera. (Carta a los Romanos 4, 17)

  • Se le tomó en cuenta su fe. Estas palabras de la Escritura no sólo van dirigidas a él, (Carta a los Romanos 4, 23)

  • Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. (Carta a los Romanos 8, 36)

  • La Escritura dice al respecto: Elegí a Jacob y rechacé a Esaú. DIOS NO ES INJUSTO (Carta a los Romanos 9, 13)

  • En la Escritura dice a Faraón: Te hice Faraón con el fin de manifestar en ti mi poder, y para que toda la tierra conozca mi Nombre. (Carta a los Romanos 9, 17)

  • La Escritura ya lo dijo: El que cree en él no quedará defraudado. (Carta a los Romanos 10, 11)

  • Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: Qué bueno es ver los pasos de los que traen buenas noticias. (Carta a los Romanos 10, 15)

  • No, Dios no ha rechazado a su pueblo, al que de antemano conoció. ¿No se acuerdan de lo que dice la Escritura acerca de Elías, cuando éste acusaba a Israel ante Dios? (Carta a los Romanos 11, 2)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina