Found 189 Results for: monte

  • subirán victoriosos al monte Sión para gobernar de allí a los cerros de Esaú. Entonces Yavé reinará. (Abdías 1, 21)

  • De las cojas salvaré un resto, y haré de las extraviadas una nación poderosa. Reinaré sobre ellas en el monte Sión, desde ahora y para siempre. (Miqueas 4, 7)

  • Viene Dios de Temán, el Santo, desde el monte Parán. Su majestad envuelve los cielos y su Gloria repleta la tierra. (Habacuc 3, 3)

  • Vayan al monte a buscar madera y reconstruyan la Casa. Con eso yo seré feliz y me sentiré muy honrado a la vez, dice Yavé. (Ageo 1, 8)

  • A continuación lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del mundo con todas sus grandezas y maravillas. (Evangelio según San Mateo 4, 8)

  • Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. (Evangelio según San Mateo 5, 1)

  • Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? (Evangelio según San Mateo 5, 14)

  • Jesús, pues, bajó del monte, y empezaron a seguirlo muchedumbres. (Evangelio según San Mateo 8, 1)

  • Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. (Evangelio según San Mateo 17, 1)

  • Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.» (Evangelio según San Mateo 17, 9)

  • Estaban ya cerca de Jerusalén. Cuando llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, (Evangelio según San Mateo 21, 1)

  • Como Jesús después se sentara en el monte de los Olivos, los discípulos se acercaron y le preguntaron en privado: «Dinos cuándo ocurrirá todo eso. ¿Qué señales anunciarán tu venida y el fin de la historia?» (Evangelio según San Mateo 24, 3)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina