Found 178 Results for: ofrenda quemada

  • Pasado algún tiempo, Caín presentó a Yavé una ofrenda de los frutos de la tierra. (Génesis 4, 3)

  • También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa. (Génesis 4, 4)

  • A Yavé le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso. (Génesis 4, 5)

  • Como tres meses después, le contaron a Judá: «Tu nuera Tamar se ha prostituido, y ahora está esperando un hijo.» Entonces dijo Judá: «Llévenla afuera y que sea quemada viva.» (Génesis 38, 24)

  • Y sobre la mesa tendrás siempre puestos ante mi presencia los panes de la ofrenda. (Exodo 25, 30)

  • Después recibirás de sus manos todo lo dicho y lo quemarás sobre el altar encima de la víctima quemada. Será un sacrificio por el fuego de calmante olor para Yavé. (Exodo 29, 25)

  • «Cuando hagas el censo de los hijos de Israel, cada uno hará una ofrenda a Yavé, para que ninguna plaga los alcance con motivo del empadronamiento; cada uno pagará a Yavé por sí mismo. (Exodo 30, 12)

  • Cada uno de los que sean empadronados pagará medio siclo, según el peso del templo (es decir, un siclo de veinte óbolos). Este medio siclo será la ofrenda para Yavé. (Exodo 30, 13)

  • la mesa y sus varas y todos los utensilios necesarios, el pan de la ofrenda, (Exodo 35, 13)

  • todos aquellos a quienes su corazón movía, hombres de corazón generoso, vinieron a dejar su ofrenda para Yavé, para la construcción de la Tienda de las Citas, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. (Exodo 35, 21)

  • Venían hombres y mujeres: todos los de corazón generoso traían joyas, aros, anillos, collares y toda clase de objetos de oro, el oro que cada uno presentaba como ofrenda a Yavé. (Exodo 35, 22)

  • Quienes pudieron reservar una ofrenda de plata y bronce la llevaron también como ofrenda para Yavé. Lo mismo hicieron los que poseían madera de acacia para los trabajos de la obra. (Exodo 35, 24)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina