Found 1491 Results for: primer milagro de Jesús

  • Le pondrás un techo, dejando medio metro entre la parte superior de los costados y el techo. Pondrás la puerta del arca en un costado y harás un primer piso, un segundo y un tercero. (Génesis 6, 16)

  • El año seiscientos uno de la vida de Noé, en el primer día del primer mes, las aguas desaparecieron de la tierra. Noé quitó la cubierta del arca y miró fuera, y vio que la superficie de la tierra estaba seca. (Génesis 8, 13)

  • Al del primer grupo le recomendó: «Cuando te encuentre mi hermano Esaú y te pregunte quién eres, a dónde vas, y de quién es el rebaño que vas guiando, (Génesis 32, 18)

  • Se sentaron, pues, frente a él, el mayor en el primer asiento y el menor en el último, mirándose el uno al otro con asombro. (Génesis 43, 33)

  • Rubén, tú eres mi primogénito, mi vigor y el primer fruto de mi virilidad, pero rebosante de orgullo y de ímpetu. (Génesis 49, 3)

  • «Si no te creen -le dijo Yavé- y no los convence el primer prodigio, te creerán con el segundo. (Exodo 4, 8)

  • Yavé advirtió a Moisés y a Aarón: «Si Faraón les pide algún signo o milagro, (Exodo 7, 8)

  • Durante siete días comerán pan sin levadura. Desde el primer día no habrá fermento en las casas, pues cualquiera que coma pan fermentado desde el primer día hasta el séptimo será borrado de la comunidad de Israel. (Exodo 12, 15)

  • El primer día tendrán una reunión sagrada, así como el séptimo. Ningún trabajo se hará estos días, salvo lo que se prepara para la comida de cada cual. (Exodo 12, 16)

  • Desde la tarde del día catorce del primer mes hasta la tarde del veintiuno del mismo mes ustedes comerán pan sin levadura. (Exodo 12, 18)

  • consagrarás a Yavé todos los primogénitos. Todo primer nacido de tus ganados, si es macho, pertenece a Yavé. (Exodo 13, 12)

  • Todo primer nacido de burro ha de ser cambiado por un cordero; si no, lo matarás. Tratándose de personas, todo hijo primogénito será rescatado. (Exodo 13, 13)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina