Found 12 Results for: sediento

  • Al salir la comunidad de Israel del desierto de Sin, dispusieron sus etapas según Yavé les ordenaba. Acamparon en Refidim donde el pueblo, sediento, no encontró agua. (Exodo 17, 1)

  • En el camino encontraron a un egipcio agotado y sediento; le dieron un pedazo de pan y un poco de agua, (1 Samuel 30, 11)

  • no dabas agua al sediento, y negabas el pan al hambriento. (Job 22, 7)

  • Sediento estoy de Dios, del Dios de vida; ¿cuándo iré a contemplar el rostro del Señor? (Salmos 42, 3)

  • El viajero sediento abre la boca y toma cualquier agua que encuentre: ella también se coloca frente a cualquier palo y a cualquier flecha abre su aljaba. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 12)

  • Salgan al encuentro del sediento, habitantes del país de Tema, llevándole agua; acojan al fugitivo y denle pan. (Isaías 21, 14)

  • Les sucederá como al hambriento que come en sueños y que se despierta con el estómago vacío; o como al sediento que sueña que bebe, pero se despierta con la garganta seca. Así les pasará a todas las naciones, a los que hayan venido para atacar a Sión. (Isaías 29, 8)

  • Pues el hombre sin conciencia dice cosas que chocan la conciencia y trama el mal; es un hipócrita que blasfema contra Yavé, que deja sin comida al hambriento o le niega un vaso de agua al sediento. (Isaías 32, 6)

  • La tierra ardiente se convertirá en una laguna, y el suelo sediento se llenará de vertientes. Las cuevas donde dormían los lobos se taparán con cañas y juncos... (Isaías 35, 7)

  • Derramaré agua sobre el suelo sediento y los riachuelos correrán en la tierra seca. Derramaré mi espíritu sobre tu raza y mi bendición cubrirá tus descendientes. (Isaías 44, 3)

  • Entonces los justos dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? (Evangelio según San Mateo 25, 37)

  • Estos preguntarán también: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?» (Evangelio según San Mateo 25, 44)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina