Found 719 Results for: seis días

  • un capullo debajo de los dos primeros brazos que forman cuerpo con el candelabro; otro, debajo de los siguientes, y un tercero debajo de los dos últimos brazos: seis brazos saldrán del candelabro. (Exodo 25, 35)

  • Reunirás las cinco primeras, y lo mismo las otras seis, de modo que la sexta se doble por delante de la entrada. (Exodo 26, 9)

  • Harás seis tablones para la parte occidental de la Morada. (Exodo 26, 22)

  • seis nombres en cada piedra, según el orden de su nacimiento. (Exodo 28, 10)

  • El sacerdote que se tome de los hijos de Aarón para sucederlo las vestirá durante siete días cuando lo consagren para entrar en la Tienda de las Citas y para oficiar en el Santuario. (Exodo 29, 30)

  • Harás, pues, con Aarón y sus hijos todo lo que te mando. La consagración durará siete días. (Exodo 29, 35)

  • La expiación por el altar, y luego su consagración durará siete días. En adelante el altar será cosa muy sagrada y todo cuanto toque el altar quedará consagrado. (Exodo 29, 37)

  • Seis días se trabajará, pero el día séptimo será un día de descanso completo consagrado a Yavé. El que trabaje el día sábado morirá. (Exodo 31, 15)

  • El sábado será entre yo y los hijos de Israel una señal perpetua, pues Yavé hizo los cielos y la tierra en seis días, y el séptimo descansó y respiró. (Exodo 31, 17)

  • Respetarás la fiesta de los ázimos. Comerás pan sin levadura durante siete días, como te lo he ordenado, en el mes de la primavera, porque fue en ese mes de Aviv cuando saliste de Egipto. (Exodo 34, 18)

  • Trabajarás seis días y al séptimo día descansarás, incluso en tiempo de aradura y de siega. (Exodo 34, 21)

  • Estuvo allí con Yavé por espacio de cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni tomar agua. Y escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los diez mandamientos. (Exodo 34, 28)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina