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  • Otros aprovecharon esta diversión para subir también a la muralla, prendieron fuego a las torres y, encendiendo hogueras, quemaron vivos a los blasfemos. (2 Macabeos 10, 36)

  • Pues mientras uno se cuenta entre los vivos, se siente seguro: "Perro vivo vale más que león muerto". (Eclesiastés (Qohelet) 9, 4)

  • Los vivos saben que morirán; los muertos, nada saben. No tienen nada que esperar: son sólo un recuerdo olvidado. (Eclesiastés (Qohelet) 9, 5)

  • Porque Dios no hizo la muerte, y no le gusta que se pierdan los vivos. (Sabiduría 1, 13)

  • Y si la inteligencia precede a las obras, ¿quién entre los vivos hace las cosas mejor que ella? (Sabiduría 8, 6)

  • Los que se apartaron del camino de la Sabiduría no sólo fueron castigados, perdiendo su felicidad, sino que sus ruinas están allí como un recuerdo para todos los vivos, para que sus pecados no sean nunca olvidados. (Sabiduría 10, 8)

  • Todo esto se ha convertido en una trampa para los vivos: hombres azotados por la desgracia o sometidos a los poderosos dieron a piedras o a la madera el Nombre incomunicable. (Sabiduría 14, 21)

  • Lloraban a sus innumerables muertos, derribados todos por la misma muerte; los vivos no daban abasto para enterrarlos: la flor y nata de esa raza había perecido en un instante. (Sabiduría 18, 12)

  • Cuando se interpuso, los muertos ya se apilaban; puso fin a la Cólera y le cerró el camino hacia los vivos. (Sabiduría 18, 23)

  • en todos los seres vivos, según su generosidad. La distribuyó con largueza a todos los que lo aman. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 10)

  • Que los vivos reciban tus buenas obras y no olvides a los muertos. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 33)

  • Le dio un alma, una cubierta de seres vivos, y todos retornan a la tierra. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 30)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina