Found 77 Results for: Carta

  • Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado para ser Apóstol, y elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, (Romanos 1, 1)

  • En una carta anterior, les advertí que no se mezclaran con los deshonestos. (I Corintios 5, 9)

  • Una vez allí, enviaré a los que ustedes hayan elegido, para que lleven a Jerusalén esas donaciones con una carta de recomendación. (I Corintios 16, 3)

  • Ustedes mismos son nuestra carta, una carta escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. (II Corintios 3, 2)

  • Evidentemente ustedes son una carta que Cristo escribió por intermedio nuestro, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente, no en tablas de piedra, sino de carne, es decir, en los corazones. (II Corintios 3, 3)

  • Porque, si bien es verdad que los entristecí con mi carta, no me lamento de haberlo hecho. Si antes lo lamenté -al saber que aquella carta, aunque sólo fuera momentáneamente, los entristeció- (II Corintios 7, 8)

  • De ahí el tono de esta carta que les escribo durante mi ausencia, para que cuando llegue no me vea obligado a ser severo, usando del poder que el Señor me ha dado para edificar y no para destruir. (II Corintios 13, 10)

  • Una vez que hayan leído esta carta, háganla leer también en la Iglesia de Laodicea, y ustedes, a su vez, lean la carta que yo envié a esa Iglesia. (Colosenses 4, 16)

  • Les recomiendo en nombre del Señor que hagan leer esta carta a todos los hermanos. (I Tesalonicenses 5, 27)

  • Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta. (II Tesalonicenses 2, 15)

  • Si alguno no obedece a las indicaciones de esta carta, señálenlo, y que nadie trate con él para que se avergüence. (II Tesalonicenses 3, 14)

  • Carta de Pablo, servidor de Dios y Apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdadera piedad, (Tito 1, 1)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina