Found 145 Results for: Comunidad

  • Cuando Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes de la comunidad salieron a recibirlos fuera del campamento, (Números 31, 13)

  • Fueron ellas las que, por instigación de Balaam, indujeron a los israelitas a ser infieles al Señor en el incidente de Peor, y por eso la comunidad del Señor fue azotada por la plaga. (Números 31, 16)

  • "Tú, el sacerdote Eleazar y los jefes de familia de la comunidad harán el inventario del botín que ha sido capturado, tanto hombres como animales. (Números 31, 26)

  • Después lo repartirás, por partes iguales, entre los combatientes que participaron de la campaña y el resto de la comunidad. (Números 31, 27)

  • fueron a ver a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la comunidad, y les dijeron: (Números 32, 2)

  • -la tierra que el Señor ha conquistado para la comunidad de Israel- es un terreno apto para el ganado, y nosotros, tus servidores, tenemos una gran cantidad. (Números 32, 4)

  • Esas ciudades servirán de refugio contra el vengador del homicidio, y así el homicida no morirá sin haber comparecido delante de la comunidad para ser juzgado. (Números 35, 12)

  • la comunidad juzgará, conforme a estas reglas, entre el homicida y el vengador del homicidio, (Números 35, 24)

  • y librará a aquel de las manos de este. Luego la comunidad lo hará volver a la ciudad de refugio, adonde había huido, y él permanecerá allí hasta la muerte del Sumo Sacerdote que ha sido ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • Entonces Moisés recitó hasta el final las palabras de este poema, en presencia de toda la comunidad de Israel: (Deuteronomio 31, 30)

  • Josué hizo las paces con ellos y también el pacto de conservarles la vida; los jefes de la comunidad, por su parte, les hicieron un juramento. (Josué 9, 15)

  • Los israelitas no los mataron, porque los jefes de la comunidad les habían hecho un juramento por el Señor, el Dios de Israel. Pero toda la comunidad murmuró contra sus jefes. (Josué 9, 18)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina