Found 971 Results for: Moisés y faraón

  • como lo habías anunciado por medio de Moisés, tu servidor, el día en que le ordenaste escribir tu Ley en presencia de los israelitas, diciendo: (Baruc 2, 28)

  • Y el Faraón no podrá intervenir en favor de él con un gran ejército y tropas numerosas, en el momento del combate, cuando se levanten terraplenes y se construyan empalizadas para exterminar muchas vidas humanas. (Ezequiel 17, 17)

  • Hijo de hombre, vuelve tu rostro contra el Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. (Ezequiel 29, 2)

  • Habla y di: Así habla el Señor: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, enorme dragón recostado en el cauce de sus Nilos, que dices: "El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice". (Ezequiel 29, 3)

  • Hijo de hombre, yo quiebro el brazo del Faraón, rey de Egipto; y nadie lo cura dándole medicamentos y aplicándole un vendaje, para que se fortalezca y pueda empuñar la espada. (Ezequiel 30, 21)

  • Por eso, así habla el Señor: Aquí estoy contra el Faraón, rey de Egipto: yo quebraré sus dos brazos -el sano y el roto- y haré caer la espada de su mano. (Ezequiel 30, 22)

  • Pero fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y pondré mi espada en su mano; y quebraré los brazos del Faraón, que lanzará gemidos delante de él como un herido de muerte. (Ezequiel 30, 24)

  • Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, mientras que al Faraón se le caerán los brazos. Y cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra el país de Egipto, se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 30, 25)

  • Hijo de hombre, di al Faraón, rey de Egipto, y a todos sus súbditos: ¿A quién te asemejaste por tu grandeza? (Ezequiel 31, 2)

  • ¿A quién te asemejabas en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? ¡Y sin embargo has sido precipitado a las regiones subterráneas, con los árboles de Edén! Ahí estás tendido, en medio de incircuncisos, con las víctimas de la espada. Este es el Faraón y todos sus súbditos -oráculo del Señor-. (Ezequiel 31, 18)

  • Hijo de hombre, entona una lamentación sobre el Faraón, rey de Egipto. Tu le dirás: ¡Estás perdido, león de las naciones! Tú, como un dragón en los mares, resoplabas con tus narices, enturbiabas el agua con tus patas y agitabas sus corrientes. (Ezequiel 32, 2)

  • El Faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa multitud. El Faraón y todo su ejército serán víctimas de la espada -oráculo del Señor-. (Ezequiel 32, 31)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina