Found 54 Results for: Neftalí

  • Estos eran los clanes de Neftalí, según el censo: 45.400 hombres. (Números 26, 50)

  • por la tribu de Neftalí, el jefe Padael, hijo de Amihud. (Números 34, 28)

  • y las tribus de Rubén, Gad y Aser, Zabulón, Dan y Neftalí estarán en el monte Ebal, para proclamar la maldición. (Deuteronomio 27, 13)

  • Dijo acerca de Neftalí: "Neftalí, saciado de favor y colmado de la bendición del Señor, toma posesión del oeste y del sur". (Deuteronomio 33, 23)

  • todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, (Deuteronomio 34, 2)

  • La sexta suerte le tocó a los clanes de la tribu de Neftalí. (Josué 19, 32)

  • Esta fue la herencia asignada a los clanes de los hijos de Neftalí: las ciudades y sus poblados. (Josué 19, 39)

  • Con este fin, los israelitas consagraron las siguientes ciudades: Quedes, en Galilea, en la montaña de Neftalí; Siquém, en la montaña de Efraím; Quiriat Arba -o sea Hebrón- en la montaña de Judá. (Josué 20, 7)

  • A los clanes de los gersonitas les tocaron en suerte trece ciudades de las tribus de Isacar, de Aser, de Neftalí y de la mitad de Manasés, en Basán. (Josué 21, 6)

  • De la tribu de Neftalí les dieron Quedes en Galilea -la ciudad de refugio para los homicidas- Jamot Dor y Racat, cada una con sus campos de pastoreo: tres ciudades. (Josué 21, 32)

  • Tampoco Neftalí pudo desposeer a los habitantes de Bet Semes, ni a los de Bet Anát, y se estableció en medio de los cananeos que habitaban en el país. Pero los habitantes de Bet Semes y de Bet Anát fueron obligados a pagar tributo. (Jueces 1, 33)

  • Débora mandó llamar de Quédes de Neftalí a Barac, hijo de Abi- nóam, y le dijo: "El Señor, el Dios de Israel, te ordena lo siguiente: ‘Ve a reunir en el monte Tabor a diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón. (Jueces 4, 6)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina