Found 176 Results for: San Judas

  • Judas y sus hermanos vieron que se habían agravado los males y que el ejército estaba acampado dentro de su territorio. También se enteraron de la consigna real de destruir al pueblo hasta aniquilarlo. (I Macabeos 3, 42)

  • Inmediatamente, Judas puso oficiales al frente del ejército: jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez hombres. (I Macabeos 3, 55)

  • Luego avanzó con el ejército y acampó al sur de Emaús. Judas les dijo: (I Macabeos 3, 57)

  • Cuando Judas se enteró de esto, salió con sus soldados para derrotar al ejército real que estaba en Emaús, (I Macabeos 4, 3)

  • Gorgias llegó de noche al campamento de Judas y al no encontrar a nadie, los estuvo buscando por las montañas, pensando que habían huido. (I Macabeos 4, 5)

  • Al rayar el alba, Judas apareció en la llanura con tres mil hombres, pero estos no disponían de las armaduras ni de las espadas que hubieran deseado. (I Macabeos 4, 6)

  • Judas dijo a sus hombres: "No teman a esa muchedumbre ni se asusten por sus ataques. (I Macabeos 4, 8)

  • salieron del campamento a presentar batalla. Los hombres de Judas hicieron sonar la trompeta (I Macabeos 4, 13)

  • Cuando Judas y su ejército dejaron de perseguirlos, (I Macabeos 4, 16)

  • Judas dijo al pueblo: "No tengan avidez por el botín, porque nos espera otra batalla. (I Macabeos 4, 17)

  • Apenas Judas terminó de hablar, se asomó por las montañas un destacamento enemigo. (I Macabeos 4, 19)

  • Ante tal espectáculo se llenaron de espanto, y como vieron en la llanura al ejército de Judas, dispuesto a librar batalla, (I Macabeos 4, 21)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina