Found 387 Results for: Servidores

  • pero si el Señor viviente se ha irritado por un tiempo para castigarnos y corregirnos, él volverá a reconciliarse con sus servidores. (II Macabeos 7, 33)

  • Después organizaron rogativas, pidiendo al Señor misericordioso que se reconciliara definitivamente con sus servidores. (II Macabeos 8, 29)

  • Si un jefe se deja llevar de habladurías, todos sus servidores se vuelven malvados. (Proverbios 29, 12)

  • La Sabiduría, en cambio, libró de las fatigas a sus servidores. (Sabiduría 10, 9)

  • No seas como un león dentro de tu casa, y cobarde entre tus servidores. (Eclesiástico 4, 30)

  • Mientras te vaya bien, serán como tú mismo y hablarán abiertamente con tus servidores; (Eclesiástico 6, 11)

  • ¿Cómo harías retroceder a uno solo de los más insignificantes servidores de mi señor? ¡Pero tú confías en Egipto para tener carros de guerra y soldados! (Isaías 36, 9)

  • Los servidores del rey Ezequías fueron a ver a Isaías, (Isaías 37, 5)

  • Por medio de tus servidores has insultado al Señor y has dicho: Con mis numerosos carros escalé la cima de las montañas, los rincones inaccesibles del Líbano. Talé sus cedros más altos, sus mejores cipreses; llegué hasta su último extremo, hasta lo más espeso de su bosque. (Isaías 37, 24)

  • Ustedes son mis testigos y mis servidores -oráculo del Señor-: a ustedes los elegí para que entiendan y crean en mí, y para que comprendan que Yo Soy. Antes de mí no fue formado ningún dios ni habrá otro después de mí. (Isaías 43, 10)

  • Yo confirmo la palabra de mis servidores y cumplo el designio de mis mensajeros. Yo digo de Jerusalén: "¡Que sea habitada!", y de las ciudades de Judá: "¡Que sean reconstruidas!", y yo restauraré sus ruinas. (Isaías 44, 26)

  • Ninguna herramienta forjada contra ti resultará eficaz, y tú desmentirás a toda lengua que se alce para juzgarte. Esta es la herencia de los servidores del Señor, esta es la victoria que yo les aseguro -oráculo del Señor-. (Isaías 54, 17)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina