Found 119 Results for: belleza interior

  • cuanto menos se cuenta con esa seguridad interior, tanto más grave se considera ignorar la causa del tormento. (Sabiduría 17, 13)

  • Aparta tu vista de la mujer hermosa y no fijes los ojos en la belleza ajena: muchos se extraviaron por la belleza de una mujer, y por su causa el deseo arde como fuego. (Eclesiástico 9, 8)

  • Hay un malvado que va encorvado por la tristeza, pero su interior está lleno de falsedad: (Eclesiástico 19, 26)

  • Como una lámpara que brilla sobre el candelabro sagrado, así es la belleza del rostro sobre un cuerpo esbelto. (Eclesiástico 26, 17)

  • La gracia y la belleza atraen la mirada, pero más todavía el verdor de los campos. (Eclesiástico 40, 22)

  • No fijes tus ojos en la belleza de nadie ni trates con familiaridad a las mujeres. (Eclesiástico 42, 12)

  • Oráculo sobre Egipto. ¡Miren al Señor que entra en Egipto, montado sobre una nube ligera! Ante él vacilan los ídolos de Egipto, y el corazón de Egipto se disuelve en su interior. (Isaías 19, 1)

  • El espíritu de Egipto se desvanecerá en su interior, yo confundiré sus designios, y ellos consultarán a ídolos y encantadores, a nigromantes y adivinos. (Isaías 19, 3)

  • El carpintero toma las medidas con la cuerda, diseña la forma con el estilete, la trabaja con el cincel y la dibuja con el compás; le da figura de hombre y la belleza de un ser humano, para que habite en una casa. (Isaías 44, 13)

  • ¡Mira, Señor, cómo estoy angustiada, me hierven las entrañas! Mi corazón se conmueve en mi interior, porque he sido rebelde. Afuera, me priva de hijos la espada, adentro, la muerte. (Lamentaciones 1, 20)

  • Pero esos dioses no se parecen a ninguna de estas cosas, ni en belleza ni en poder. (Baruc 6, 62)

  • Extendió algo así como una mano y me tomó por un mechón de mis cabellos. Un espíritu me levantó entre la tierra y el cielo y me llevó en una visión divina a Jerusalén, hasta la entrada de la puerta interior que da hacia el norte, allí donde está emplazado el Ídolo de los celos que provoca los celos de Dios. (Ezequiel 8, 3)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina