Found 109 Results for: conducta moral

  • Porque es fácil para el Señor, en el día de la muerte, retribuir a cada hombre según su conducta. (Eclesiástico 11, 26)

  • No incurras en falta, enmienda tu conducta y purifica tu corazón de todo pecado. (Eclesiástico 38, 10)

  • ¿Cómo puedes decir: "No me he contaminado, no he ido detrás de los Baales"? Mira tu conducta en el Valle, reconoce lo que has hecho. ¡Camella veloz, que va de un lado para otro! (Jeremías 2, 23)

  • Tu conducta y tus acciones te han acarreado todo esto. Ahí está tu mal: ¡Qué amargo es! ¡Cómo te llega al corazón! (Jeremías 4, 18)

  • Yo te constituí examinador de mi pueblo, para que conozcas y examines su conducta. (Jeremías 6, 27)

  • Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Enmienden su conducta y sus acciones, y yo haré que ustedes habiten en este lugar. (Jeremías 7, 3)

  • Pero si ustedes enmiendan realmente su conducta y sus acciones, si de veras se hacen justicia unos a otros, (Jeremías 7, 5)

  • ¿Qué viene a hacer mi amada en mi Casa? Su conducta no es más que doblez. ¿Acaso los votos y la carne consagrada alejarán de ti la desgracia? Entonces sí podrías alegrarte. (Jeremías 11, 15)

  • Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus acciones. (Jeremías 17, 10)

  • Y ahora, habla en estos términos a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Así habla el Señor: Miren que yo fabrico contra ustedes una desgracia y medito contra ustedes un proyecto. Vuelvan de su mal camino, enmienden su conducta y sus acciones. (Jeremías 18, 11)

  • Porque también a ellas las someterán naciones poderosas y grandes reyes, y yo les retribuiré según su conducta y según la obra de sus manos. (Jeremías 25, 14)

  • Y ahora, enmienden su conducta y sus acciones, y escuchen la voz del Señor, su Dios, y el Señor se arrepentirá del mal con que los ha amenazado. (Jeremías 26, 13)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina