Found 346 Results for: desierto florecer
Ahora está bien plantada: ¿podrá florecer? Apenas la toque el viento del este, ¿no quedará completamente seca? ¡En el mismo lugar donde brotó, se secará! (Ezequiel 17, 10)
Ahora está plantada en el desierto, en una tierra reseca y sedienta. (Ezequiel 19, 13)
Yo los hice salir del país de Egipto y los conduje al desierto. (Ezequiel 20, 10)
Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto: ellos no siguieron mis preceptos y despreciaron mis leyes, que hacen vivir al hombre que las practica, y no hicieron más que profanar mis sábados. Entonces pensé derramar mi furor sobre ellos en el desierto para exterminarlos. (Ezequiel 20, 13)
No obstante, alcé mi mano en el desierto para jurarles que no los dejaría entrar en la tierra que les había dado, esa tierra que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países. (Ezequiel 20, 15)
Con todo, tuve compasión de ellos, de manera que no los destruí ni los exterminé en el desierto. (Ezequiel 20, 17)
Dije entonces a sus hijos en el desierto: No sigan los preceptos de sus padres, no observen sus leyes ni se contaminen con sus ídolos. (Ezequiel 20, 18)
Pero también los hijos se rebelaron contra mí, no siguieron mis preceptos ni observaron mis leyes, poniéndolas en práctica -esas leyes que hacen vivir al hombre que las practica- y profanaron mis sábados. Entonces pensé derramar mi furor y desahogar mi ira contra ellos en el desierto. (Ezequiel 20, 21)
Pero una vez más, alcé mi mano en el desierto, para jurarles que los dispersaría entre las naciones y los diseminaría por los países, (Ezequiel 20, 23)
Los llevaré al desierto de los pueblos y allí entraré en juicio con ustedes cara a cara. (Ezequiel 20, 35)
Así como entré en juicio con sus padres en el desierto del país de Egipto, así lo haré con ustedes -oráculo del Señor-. (Ezequiel 20, 36)
Allí se escuchaba el ruido de una multitud despreocupada. A ellos se sumaba una cantidad de hombres, venidos de todas partes del desierto. Ellos pusieron pulseras en los brazos de las mujeres y espléndidas coronas en sus cabezas. (Ezequiel 23, 42)