Found 61 Results for: dominio

  • le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies: (Salmos 8, 7)

  • para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. (Salmos 67, 3)

  • porque han devorado a Jacob, y han devastado su dominio. (Salmos 79, 7)

  • ¡Bendíganlo todas sus obras, en todos los lugares donde ejerce su dominio! ¡Bendice al Señor, alma mía! (Salmos 103, 22)

  • Judá se convirtió en su Santuario, la tierra de Israel fue su dominio. (Salmos 114, 2)

  • tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. El Señor es fiel en todas sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. (Salmos 145, 13)

  • Matatías respondió en alta voz: "Aunque todas las naciones que están bajo el dominio del rey obedezcan y abandonen el culto de sus antepasados para someterse a sus órdenes, (I Macabeos 2, 19)

  • pero los romanos, al enterarse, habían enviado contra ellos a un solo general para combatirlos: así mataron a muchos de ellos, llevaron prisioneros a sus mujeres y sus niños, saquearon sus bienes, sometieron al país, arrasaron sus fortalezas y les impusieron su dominio hasta el día de hoy. (I Macabeos 8, 10)

  • En cambio, mantuvieron su amistad con sus aliados y con todos los que buscaron su apoyo. Tienen bajo su dominio a los reyes vecinos y lejanos y son temidos por todos los que oyen en hablar de ellos. (I Macabeos 8, 12)

  • Cada año confían a un solo hombre el poder y el dominio sobre toda la nación, y todos le obedecen, sin que haya entre ellos envidias ni celos. (I Macabeos 8, 16)

  • Ningún hombre es dueño del aliento vital, para poder retenerlo, y nadie tiene dominio sobre el día de la muerte; no hay tregua en este combate y la maldad no librará al que la comete. (Eclesiastés 8, 8)

  • Él ha creado todas las cosas para que subsistan; las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas ningún veneno mortal y la muerte no ejerce su dominio sobre la tierra. (Sabiduría 1, 14)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina