Found 94 Results for: extranjeros

  • Cuando se apaciguó el tumulto de los que rodeaban al Consejo, Holofernes, general en jefe de las fuerzas asirias, increpó a Ajior en presencia de la multitud de extranjeros y de todos los moabitas, diciéndole: (Judit 6, 1)

  • "¡Señor, Dios de mi padre Simeón! Tú pusiste en sus manos una espada vengadora contra aquellos extranjeros que arrancaron el velo de una virgen para violarla, desnudaron su cuerpo para avergonzarla y profanaron su seno para deshonrarla. Aunque tú habías dicho: ‘Eso no se hará’, ellos, sin embargo, lo hicieron. (Judit 9, 2)

  • Los extranjeros palidecen ante mí y, temblando, abandonan sus refugios. (Salmos 18, 46)

  • Cuando formaban un grupo muy pequeño y eran extranjeros en aquellas regiones; (Salmos 105, 12)

  • Extiende tu mano desde lo alto, y líbrame de las aguas caudalosas; sálvame del poder de los extranjeros, (Salmos 144, 7)

  • sálvame del poder de los extranjeros, que dicen mentiras con la boca y tienen las manos llenas de traición. (Salmos 144, 11)

  • El Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; (Salmos 146, 9)

  • A causa de ellos, huyeron los habitantes de Jerusalén y la Ciudad se convirtió en una colonia de extranjeros: se volvió extraña para los que nacieron en ella y sus propios hijos la abandonaron. (I Macabeos 1, 38)

  • Matatías exclamó: "¡Ay de mí! ¿Para esto he nacido? ¿Para ver la ruina de mi pueblo y la destrucción de la Ciudad santa? ¿Para quedarme sentado en ella, mientras es entregada al poder del enemigo y el Santuario está en manos de extranjeros? (I Macabeos 2, 7)

  • Judas Macabeo ha sido valiente desde su juventud: que él sea el jefe del ejército y dirija la guerra contra los extranjeros. (I Macabeos 2, 66)

  • Luego debía establecer extranjeros en todo su territorio y repartir entre ellos sus tierras. (I Macabeos 3, 36)

  • Jerusalén estaba deshabitada como un desierto, ninguno de sus hijos entraba ni salía. El Santuario había sido pisoteado, los extranjeros ocupaban la Ciudadela, convertida en albergue de los paganos. Había desaparecido la alegría de Jacob, y ya no se oía la flauta ni la cítara. (I Macabeos 3, 45)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina