Found 263 Results for: fuerza divina

  • y circuncidando por la fuerza a los niños incircuncisos que hallaron en el territorio de Israel. (I Macabeos 2, 46)

  • Porque la victoria en el combate no depende de la cantidad de las tropas, sino de la fuerza que viene del Cielo. (I Macabeos 3, 19)

  • él debía enviar un ejército para destruir y aplastar la fuerza de Israel, y lo que aún quedaba de Jerusalén hasta borrar su recuerdo. (I Macabeos 3, 35)

  • Infúndeles miedo, quiebra la audacia que les da su fuerza y que se conmuevan por su derrota. (I Macabeos 4, 32)

  • Luego partió rápidamente y volvió a Antioquía, donde encontró a Filipo dueño ya de la ciudad: lo atacó y ocupó la ciudad por la fuerza. (I Macabeos 6, 63)

  • "Si posteriormente unos y otros deciden añadir o quitar algo, lo harán de común acuerdo, y lo que añadan o quiten tendrá fuerza obligatoria". (I Macabeos 8, 30)

  • Mientras él yacía derribado por la fuerza divina, sin habla y sin esperanza de salvación, (II Macabeos 3, 29)

  • "Si tienes algún enemigo o alguien que conspira contra el gobierno, envíalo allá y volverá molido a golpes, si es que logra salvar su vida. Porque te aseguro que una fuerza divina rodea aquel lugar: (II Macabeos 3, 38)

  • Yo, como mis hermanos, entrego mi cuerpo y mi alma por las leyes de nuestros padres, invocando a Dios para que pronto se muestro propicio con nuestra nación y para que te haga confesar, a fuerza de aflicciones y golpes, que él es el único Dios. (II Macabeos 7, 37)

  • Un tal Dositeo, valeroso jinete de las tropas de Bacenor, se apoderó de Gorgias y, tirándole de la capa, lo arrastraba con fuerza a fin de capturar vivo a aquel infame. Pero un jinete tracio se abalanzó sobre Dositeo y lo hirió por la espalda, y así Gorgias pudo huir hacia Marisa. (II Macabeos 12, 35)

  • Los judíos que iban con él por la fuerza, le dijeron: "No los mates tan despiadada y cruelmente; respeta más bien el día que ha sido santificado especialmente por Aquel que todo lo ve". (II Macabeos 15, 2)

  • ¡Que por la fuerza de tu brazo queden aterrados los que avanzan blasfemando contra tu Pueblo santo!". Así terminó su oración. (II Macabeos 15, 24)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina