Found 21 Results for: guarnición

  • Después llegarás a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea. Apenas entres en la ciudad, tropezarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tamborines, flautas y cítaras, en estado de trance profético. (I Samuel 10, 5)

  • Un día, Jonatán, hijo de Saúl, dijo a su escudero: "Vamos a cruzarnos hasta la guarnición de los filisteos que está allí, al otro lado". Pero no le comunicó nada a su padre. (I Samuel 14, 1)

  • En uno de los desfiladeros por los que Jonatán trataba de abrirse paso hasta la guarnición de los filisteos, hay dos grandes peñascos, uno a cada lado; el primero se llama Bosés y el otro Sené. (I Samuel 14, 4)

  • Jonatán dijo a su escudero: "Vamos a cruzarnos a la guarnición de esos incircuncisos. Pueda ser que el Señor intervenga a favor nuestro, ya que nada le impide dar la victoria, sea con muchos o con pocos". (I Samuel 14, 6)

  • En seguida se hicieron ver de la guarnición filistea, y los filisteos, al descubrirlos, exclamaron: "Miren, son unos hebreos que salen de las cuevas donde se habían escondido". (I Samuel 14, 11)

  • Luego, dirigiéndose a Jonatán y a su escudero, los hombres de la guarnición dijeron: "¡Suban, y les haremos saber una cosa!". Jonatán dijo a su escudero: "Sube detrás de mí, porque el Señor los ha entregado en manos de Israel". (I Samuel 14, 12)

  • El pánico cundió en el campamento, en la campaña y entre todo el pueblo; la guarnición y el cuerpo de asalto también quedaron aterrorizados. Tembló la tierra, y reinó el terror de Dios. (I Samuel 14, 15)

  • David se encontraba entonces en el refugio, y una guarnición filistea estaba en Belén. (II Samuel 23, 14)

  • Salomón reunió también carros y caballos: llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos, que acantonó en las ciudades de guarnición y en Jerusalén, junto a él. (I Reyes 10, 26)

  • David se encontraba entonces en el refugio y una guarnición filistea estaba en Belén. (I Crónicas 11, 16)

  • Salomón llegó a tener cuatro mil caballerizas para los caballos y los carros de guerra, y doce mil caballos, que acantonó en las ciudades de guarnición y en Jerusalén, junto a él. (II Crónicas 9, 25)

  • Los funcionarios del rey y la guarnición que residía en Jerusalén, en la Ciudad de David, recibieron la denuncia de que algunos hombres, conculcando la orden del rey, habían ido a ocultarse en los escondites del desierto. (I Macabeos 2, 31)


“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina