Found 54 Results for: historia de la torre de babel

  • En efecto, teniendo en cuenta la enorme cantidad de cifras y la dificultad que encuentran, por la amplitud de la materia, los que desean sumergirse en los relatos de la historia, (II Macabeos 2, 24)

  • Comencemos, entonces, la narración sin alargar tanto los preliminares, porque sería absurdo extenderse en la introducción y ser breve en la historia misma. (II Macabeos 2, 32)

  • Allí hay una torre de veinticinco metros, llena de ceniza, provista de una máquina giratoria inclinada por todas partes hacia la ceniza. (II Macabeos 13, 5)

  • Cuando las tropas estaban a punto de ocupar la torre, forzando la puerta de entrada y dando órdenes de traer fuego e incendiar las puertas, Razís, acorralado por todas partes, se arrojó sobre su espada. (II Macabeos 14, 41)

  • El nombre del Señor es una torre fortificada: el justo corre hacia ella y se pone a salvo. (Proverbios 18, 10)

  • Tu cuello es como la torre de David, construida con piedras talladas: de ella cuelgan mil escudos, toda clase de armaduras de guerreros. (Cantar 4, 4)

  • Tu cuello es como una torre de marfil. Tus ojos, como las piscinas de Jesbón, junto a la puerta Mayor. Tu nariz es como la Torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco. (Cantar 7, 5)

  • La cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó un lagar. Él esperaba que diera uvas, pero dio frutos agrios. (Isaías 5, 2)

  • Sí, la ciudadela ha quedado desierta y la ciudad tumultuosa, abandonada. Ofel y la Torre de guardia serán madrigueras para siempre, delicia de los asnos salvajes, pastizal para los rebaños... (Isaías 32, 14)

  • Llegarán los días -oráculo del Señor- en que la ciudad será reconstruida para el Señor, desde la torre de Jananel hasta la puerta del Ángulo. (Jeremías 31, 38)

  • ¡Emigren de en medio de Babel, salgan del país de los caldeos! Sean como los machos cabríos a la cabeza del rebaño. (Jeremías 50, 8)

  • ¡Oigan! Fugitivos y prófugos de Babel vienen a anunciar en Sión la venganza del Señor, nuestro Dios, la venganza de su Templo. (Jeremías 50, 28)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina