Found 103 Results for: llevar las cargas

  • Pero si ustedes no escuchan mi orden de santificar el día sábado, y de no llevar cargas cuando entran por las puertas de Jerusalén en día sábado, entonces yo encenderé en sus puertas un fuego que devorará los palacios de Jerusalén, y no se extinguirá. (Jeremías 17, 27)

  • ¡Levanten un estandarte contra los muros de Babilonia, refuercen la guardia, aposten centinelas, tiendan emboscadas! Porque el Señor decidió llevar a cabo lo que dijo contra los habitantes de Babel. (Jeremías 51, 12)

  • Cada uno se dejó llevar por los caprichos de su corazón perverso, sirviendo a otros dioses y haciendo el mal a los ojos del Señor, nuestro Dios. (Baruc 1, 22)

  • En ese momento, el profeta Habacuc, que estaba en Judea, acababa de hacer preparar un guiso y de poner pequeños trozos de pan en una canasta, e iba hacia el campo a llevar su comida a los segadores. (Daniel 14, 33)

  • Después se levantó y comió, mientras que el Ángel de Dios volvió a llevar en seguida a Habacuc a su lugar. (Daniel 14, 39)

  • Cuando yo vi a Efraím, era una plantación en una pradera, pero tendrá que llevar sus hijos al verdugo. (Oseas 9, 13)

  • ¿Dónde está la guarida de los leones, la cueva de los cachorros, donde el león iba a llevar su cría, sin que nadie lo espantara? (Nahún 2, 12)

  • Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados. (Mateo 8, 33)

  • Al pasar a la otra orilla, los discípulos se olvidaron de llevar pan. (Mateo 16, 5)

  • Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. (Mateo 23, 4)

  • Al salir, se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. (Mateo 27, 32)

  • y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. (Marcos 6, 55)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina