Found 116 Results for: polvo

  • Jonatán rasgó sus vestiduras, se cubrió de polvo la cabeza y oró. (I Macabeos 11, 71)

  • Mientras él se aproximaba, el Macabeo y sus hombres cubrieron de polvo su cabeza y se ciñeron la cintura con cilicios, para suplicar a Dios. (II Macabeos 10, 25)

  • Cuando los judíos se enteraron de la expedición de Nicanor y de la invasión de los paganos, se cubrieron de polvo y suplicaron a Aquel que había establecido a su pueblo para siempre y nunca dejaba de proteger a su propia herencia en forma bien visible. (II Macabeos 14, 15)

  • Todos van hacia el mismo lugar: todo viene del polvo y todo retorna al polvo. (Eclesiastés 3, 20)

  • antes que el polvo vuelva a la tierra, como lo que es, y el aliento vuelva a Dios, porque es él quien lo dio. (Eclesiastés 12, 7)

  • El mundo entero es delante de ti como un grano de polvo que apenas inclina la balanza, como una gota de rocío matinal que cae sobre la tierra. (Sabiduría 11, 22)

  • ¿De qué se ensoberbece el que es polvo y ceniza, si aún en vida sus entrañas están llenas de podredumbre? (Eclesiástico 10, 9)

  • Desde el que está sentado en un trono glorioso hasta el humillado en el polvo y la ceniza; (Eclesiástico 40, 3)

  • Por eso, Dios le aseguró con un juramento que las naciones serían bendecidas en su descendencia, que lo multiplicaría como el polvo de la tierra, que exaltaría a sus descendientes como las estrellas, y les daría en herencia el país, desde un mar hasta el otro y desde el Río hasta los confines de la tierra. (Eclesiástico 44, 21)

  • ¡Entra en la roca y escóndete en el polvo, lejos del Terror del Señor y del esplendor de su majestad! (Isaías 2, 10)

  • Por eso, como la lengua de fuego devora la paja y la hierba seca se consume en la llama, así su raíz será como podredumbre y su brote se disipará como el polvo, porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos y despreciaron la palabra del Santo de Israel. (Isaías 5, 24)

  • Los baluartes inaccesibles de tus murallas, los derribó, los abatió, los echó por tierra hasta el polvo. (Isaías 25, 12)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina