Found 37 Results for: Merarí

  • De los levitas: Semaías, hijo de Jassub, hijo de Azricam, hijo de Jasabías, de los hijos de Merarí. (I Crónicas 9, 14)

  • de los hijos de Merarí: a Asaías, el jefe, y a sus hermanos, 220; (I Crónicas 15, 6)

  • Los levitas designaron a Hemán, hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf, hijo de Berekías; y de los hijos de Merarí, hermanos suyos, a Etán, hijo de Cusaías. (I Crónicas 15, 17)

  • David los distribuyó por clases, según los hijos de Leví: Guersón, Quehat y Merarí. (I Crónicas 23, 6)

  • Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Hijos de Majlí: Eleazar y Quis. (I Crónicas 23, 21)

  • Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Hijos de Yaaziyías, su hijo; (I Crónicas 24, 26)

  • Josá, de los hijos de Merarí, tuvo como hijos a Simrí, el primero, pues aunque no fue el primogénito, su padre le puso al frente; (I Crónicas 26, 10)

  • Estas son las clases de los porteros, de entre los hijos de los coreítas y de los hijos de Merarí. (I Crónicas 26, 19)

  • Levantáronse entonces los levitas Májat, hijo de Amasay, y Joel, hijo de Azarías, de los hijos de Quehat; Quis, hijo de Abdí, y Azarías, hijo de Yallelel, de los hijos de Merarí; Yoaj, hijo de Zimmá, y Eden, hijo de Yoaj, de los hijos de los guersonitas; (II Crónicas 29, 12)

  • Estos hombres ejecutaban los trabajos honradamente. Estaban bajo la vigilancia de Yájat y Abdías, levitas de los hijos de Merarí, y de Zacarías y Mesúllam, de los hijos de Quehat, que les dirigían, y de otros levitas; todos ellos maestros en tañer instrumentos músicos. (II Crónicas 34, 12)

  • además a Jasabías, y con él a su hermano Isaías, de los hijos de Merarí, y sus hijos: veinte hombres. (Esdras 8, 19)

  • Se enteró entonces de ello Judit, hija de Merarí, hijo de Ox, hijo de José, hijo de Oziel, hijo de Elcías, hijo de Ananías, hijo de Gedeón, hijo de Rafaín, hijo de Ajitob, hijo de Elías, hijo de Jilquías, hijo de Eliab, hijo de Natanael, hijo de Salamiel, hijo de Sarasaday, hijo de Israel. (Judit 8, 1)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina